El trastorno del espectro autista (TEA) es un trastorno del neurodesarrollo, caracterizado por déficit en la interacción y comunicación social, y por la presencia de intereses restringidos y comportamientos estereotipados o repetitivos.
El TEA está presente durante todo el ciclo vital (desde el nacimiento hasta la vejez) y si a eso le sumamos la aclaración de que el autismo “no tiene cura”, será más fácil entender por qué se habla de Condición del Espectro Autista con su sigla CEA.
Si bien, “no tiene cura”, existen diversos apoyos para potenciar al máximo el funcionamiento social y facilitar la calidad de vida de los niños, jóvenes y adultos en esta condición.
Muchas personas en el espectro autista, podrían presentar otras dificultades asociadas o comorbilidades, tales como trastornos del lenguaje y habla, déficit atencional, enfermedades gastrointestinales, trastornos del ánimo, ansiedad, discapacidad intelectual, trastornos del sueño, trastornos obsesivo compulsivo (TOC), trastornos de la coordinación del movimiento, trastorno del procesamiento sensorial.
Generalmente se hace hincapié en el concepto de “espectro” por la enorme variabilidad de características y manifestaciones que se observan en las personas que presentan esta condición. Podemos observar desde aquellas que tienen importantes dificultades para comunicarse verbalmente necesitando uso de sistemas alternativos de comunicación o requiriendo apoyos de “un otro” para llevar a cabo con éxito actividades de la vida diaria, hasta personas que logran autonomía y éxito en diversos aspectos ocupacionales (familiar, económico, laboral, profesional).
En la actualidad, no es posible determinar una causa única que explique la aparición del TEA, pero sí la fuerte implicancia genética en su origen. La gran variabilidad presente en este tipo de trastornos apunta también a la relevancia que puede tener la interacción entre los distintos genes y diferentes factores ambientales en el desarrollo del TEA, pero por el momento estos elementos no se encuentran claramente identificados, y aún es necesaria mucha investigación al respecto.