Los apoyos terapéuticos en la población infanto juvenil requieren de profesionales que trabajen coordinados con el fin de lograr los objetivos propuestos.
En esta etapa los modelos centrados en la familia son fundamentales, sobre todo en la primera infancia.
En esta etapa del desarrollo, dentro del proceso terapéutico, nos vinculamos con los establecimientos educacionales, así como otros profesionales que intervengan en cada caso.
Realizamos apoyos terapéuticos en Rezagos del Desarrollo, Retrasos/Trastorno del Lenguaje, Apraxia del Habla, Trastorno del Espectro Autista, Disfunción del Procesamiento Sensorial, Tartamudez, Déficit Atencional, Síndrome de Down, Discapacidad Intelectual, Selectividad Alimentaria, entre otros.
La evaluación es un proceso que nos permite identificar el funcionamiento actual del niño, niña, adolescente, y así identificar las potencialidades y desafíos que deben ser abordados para lograr un óptimo desempeño.
Los procesos de evaluación se inician con una anamnesis (entrevista clínica), para luego dar paso a la aplicación de pruebas, observación clínica y otros procedimientos de evaluación que nos permitirán tener claridad del tratamiento a realizar, finalizando con una sesión de entrega de resultados donde se comparte con las familias toda la información recopilada de la evaluación, se entrega un plan de abordaje terapéutico.
Las intervenciones son individuales y personalizadas, en el caso de la población infanto juvenil se realizan sesiones con padres que permiten promover la participación activa de la familia.
La modalidad terapéutica, frecuencia de sesiones y trabajo con padres, entre otros se desprenden del proceso de evaluación.
El proceso terapéutico incluye trabajo colaborativo con los establecimientos educacionales, además de la comunicación con otros profesionales que intervengan en los casos.
Atención desde la primera infancia hasta la adultez, Terapia Ocupacional y Fonoaudiología
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